A casi un mes de la celebración de la independencia mexicana y a 39 días del mundial de fútbol organizado por la FIFA, que ha buscado desde la creación de este evento (en el año 1930), tal vez de manera indirecta reforzar el sentimiento de sentirse más parte de su país, lo que nos genera un cuestionamiento, ¿Qué es ser mexicano? y no solo durante un mundial de fútbol o cuando queda en pódium “checo” Pérez, cuando sucede una catástrofe natural, o cuando acaba de pasar la denominada fiesta de independencia.
Diferentes académicos, periodistas, intelectuales, filósofos han intentado responder a esta sencilla, pero enigmática pregunta; Podríamos empezar describiendo la perspectiva de Alan Riding (escritor y periodista británico. Corresponsal en The New York Times) que dice: El mexicano es una suma de ademanes, lenguaje que solo entendemos, signos inequívocos, sonidos que emanan de nuestras caóticas ciudades. “Vecinos distantes: un retrato de los mexicanos”, editorial océano, Riding Alan, 1984.
Otra manera de definir qué es, ser mexicano, es la explicada por Carlos Monsiváis: La palabra mexicano, el gentilicio del cual ufanarse, contiene las designaciones más bien peyorativas a las que se debe exorcizar con el relajo. El populacho se adueñó del término mexicano y lo usó como primera vestimenta, y lo inscribió en el territorio encuadrado por el desmadre y el acatamiento” explicación de su artículo llamado “Identidad nacional. Lo sagrado y lo profano” en Memoria Mexicana, UAM-Xochimilco, 1994, 3, pp. 37-43. Cortesía de la familia Monsiváis.
La anterior exposición incluye una palabra clave, que trabaja Víctor Manuel García, profesor de la carrera de Comunicación y Periodismo de la FES Aragón, al definir la palabra: Identidad como la forma en la que una persona se asocia con algo y su actitud hacia ese ente, por ejemplo un equipo deportivo, un grupo religioso, un grupo musical. Relacionado ampliamente con la Cultura, que se refiere a toda actividad enriquecedora, intelectual y material, en la labor del ser humano.
Y si bien el concepto de identidad cultural encierra un sentido de pertenencia a un grupo social con el cual se comparten rasgos culturales, tales como costumbres, valores y creencias; no se trata de un concepto fijo, así lo explica Olga Lucía Molano de la Universidad Externado de Colombia.
Como resultado de esto un adjetivo asociado a los mexicanos es el de fiestero, en buena medida por las numerosas celebraciones sociales y religiosas que se celebran en todos los estados de la república, algunas de ellas incluso nombradas Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. El mariachi, la gastronomía, los Voladores de Papantla, las posadas, el Día de Muertos o las diversas celebraciones de Semana Santa, son tan sólo algunas de las expresiones culturales más asociadas a lo mexicano.
En las grandes ciudades, la “Identidad Nacional” es, para sus habitantes, lo cercano y lo inevitable: la familia, las pasiones deportivas (el fútbol, la Patria Chica por excelencia), las devociones efímeras o permanentes del espectáculo, las vivencias de grupo, de banda, de barrio, de actitud religiosa, de protesta política. En este ámbito, lo nacional es lo enfrentado a lo internacional. “Identidad nacional. Lo sagrado y lo profano” en Memoria Mexicana, UAM-Xochimilco, 1994, 3, pp. 37-43. Cortesía de la familia Monsiváis.
Jurídicamente en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se establece en el capítulo segundo, artículo 30 cómo es que se adquiere la nacionalidad mexicana:
Artículo 30. La nacionalidad mexicana se adquiere por nacimiento o por naturalización.
A) Son mexicanos por nacimiento:
- I. Los que nacen en territorio de la República, sea cual fuere la nacionalidad de sus padres.
- II. Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos, de madre mexicana o de padre mexicano;
- III. Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos por naturalización, de padre mexicano por naturalización, o de madre mexicana por naturalización,
- IV. Los que nacen a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas, sean de guerra o mercantes.
B) Son mexicanos por naturalización:
- I. Los extranjeros que obtengan de la Secretaría de Relaciones carta de naturalización.
- II. La mujer o el varón extranjeros que contraigan matrimonio con varón o con mujer mexicanos, que tengan o establezcan su domicilio dentro del territorio nacional y cumplan con los demás requisitos que al efecto señale la ley.
El vínculo de la nacionalidad no implica una manifestación de voluntad, sino que es una situación que opera por el derecho mismo, independientemente de las inclinaciones o determinaciones particulares de la mujer o del hombre o del que gobierna.
Para atribuir la nacionalidad, la mayoría de los estados modernos utilizan 3 principios:
1. Ius sanguinis.
Desde el nacimiento se atribuye al individuo la nacionalidad de sus padres, ya que los vínculos de sangre se la imprimen. El menor ha recibido de los padres las características inmanentes de la raza, lazos de sangre que aseguran la continuación de la raza, favoreciendo, de esa manera, la existencia del Estado (que dejaría de existir si los hijos no tomarán la nacionalidad de sus padres). Este criterio fue seguido por Roma: era forzosamente ciudadano romano aquel que tenía por padre a un ciudadano romano, cualquiera que fuese el lugar del nacimiento del hijo.
2. Ius soli.
La nacionalidad se determina por el lugar de nacimiento. No puede negarse la influencia decisiva del medio, de la educación recibida en un país; además, el ius sanguinis frente al ius soli puede ser complejo para los Estados con alta inmigración de extranjeros que deseen aumentar el número de sus nacionales.
3. Ius domicili.
Para otorgar su nacionalidad se exige que la interesada o el interesado acredite un tiempo de residencia en su territorio para asegurar una efectiva vinculación. Derecho internacional público, Editorial Hermanos Porrúa, México, enero 1986, Arellano Garcia Carlos.
La ley mexicana en cuanto a quienes son mexicanos, usa una combinación de elementos clásicos para establecer la nacionalidad.
A manera de conclusión los fenómenos que ayudan a crear la identidad mexicana pueden ser: culturales, económicos, políticos, sociales, religiosos, deportivos, artísticos; y poseer las características de universales, trascendentes y perdurar el tiempo necesario para que se vuelvan parte del inconsciente colectivo de los mexicanos, motivando decisiones y consecuentes acciones.
Esos fenómenos generan movimientos culturales que tanto mexicanos como extranjeros pueden reconocer, por ejemplo: la Expropiación Petrolera, la Época de Oro del Cine Mexicano, el Día de Muertos, la Virgen de Guadalupe. Dichos fenómenos crean corrientes de pensamiento y comportamiento, que tienen más impacto entre más mexicanos se sienten identificados y motivados por ellos, durante el mayor tiempo posible. Además de evolucionar y transformarse, esos movimientos culturales deben renovarse constantemente. La responsabilidad de una sociedad activa es crear sistemáticamente nuevos fenómenos que propicien movimientos culturales modernizados, que se ajusten a los acontecimientos de cada época y a las características de las nuevas generaciones responsables de transformar la agenda cultural de cada país.
Una de las razones de lo anterior es porque una buena parte de la identidad entre los jóvenes, está siendo moldeada por los fenómenos que se expresan en redes sociales, tendencias que en su mayoría, tienen su origen en otros países y se globalizan en esas plataformas. Por lo que se puede decir que la cultura de la juventud mexicana es más una cultura de internet, que comparten con jóvenes de varios países del mundo. Perspectiva de Javier Murillo Ingeniero electrónico e informático mexicano, especialista en analítica de datos y maestro en ciberseguridad. La identidad del mexicano en la revista Forbes.
Pero así como estos movimientos generan identidad, el mexicano también es solidario, apoya y busca la justicia para los demás cuando lo necesita, como lo hace nuestro equipo de colaboradores en FUNDACIÓN LEXPRO y LEXPRO HUMANITAS.
Escribieron: Angel Tapia Mosqueda, David Vazquez Sanchez
